El por qué.

 A veces me pregunto por qué. Por qué lo bueno se termina tan rápido? Por qué  tuve que pasar por situaciones que no quería que lleguen nunca? Por qué dos de mis seres queridos se fueron al cielo? Por qué no puedo hacer que vuelvan? Por qué no puedo dejar de extrañarlos? Por qué me doy cuenta de lo que tenía cuando lo pierdo? Por qué no sé valorar? Por qué no van a volver? Por qué nunca más los voy a volver a ver? POR QUÉ?

La respuesta a ese por qué es muy dolorosa pero simple. Cumplieron su misión. Todos venimos a este mundo a cumplir una misión, cada uno con una diferente en todo sentido. Con diferentes obstáculos y diferentes tiempos. Cuando esos tiempos terminan y los obstáculos son superados nos vamos al cielo, a descansar en paz, dejando a todos nuestros seres queridos sufriendo por nuestra falta, pero lo que ellos no se dan cuenta es que  nos perdieron físicamente, nuestro cuerpo, pero el alma de nosotros siempre estará mirándolos desde algún lugar, protegiéndolos de cualquier mal, y viéndolos crecer o vivir como cuando estábamos nosotros.

Siento un gran dolor, porque YO todavía no me doy cuenta de eso. O quizás si me doy cuenta pero no caigo en la realidad, o no quiero enfrentar que ya no es lo mismo de antes.